Es importante saber qué es el síndrome de la clase turista si vamos a realizar un viaje durante nuestras vacaciones, especialmente si lo hacemos en avión.
Para empezar, deberíamos atender al origen de este término antes de explicar qué es el síndrome de la clase turista y cómo podemos prevenirlo. A finales de los años 90, se observó que existía un mayor riesgo de sufrir trombosis entre las personas que hacían viajes de larga duración, principalmente trombosis venosa profunda.
En un primer momento, se pensó que esto tenía que ver con el reducido espacio que había entre los asientos de clase turista de los aviones de la gran mayoría de las compañías aéreas, de ahí la definición de síndrome de clase turista para referirse a este mal. Sin embargo, posteriormente se demostró que la causa no era únicamente esa.
Causas del síndrome de la clase turista
Tal y como señalan desde la Fundación Española del Corazón (FEC), este síndrome se da cuando se permanece inmóvil en un lugar reducido y con limitaciones de movimiento durante un periodo de tiempo prolongado.
“Al producirse una dificultad en el retorno de la sangre al corazón y forzar su acumulación en las venas de las piernas se puede formar un coágulo que, si se libera a la circulación, puede llegar a provocar una embolia de pulmón”, añaden en la FEC.
La Fundación recuerda que no es común que esto ocurra en personas que no tienen factores de riesgo. Sin embargo, sí existen más posibilidades de que aparezca el síndrome de la clase turista en personas que padecen sobrepeso, hipertensión, personas de avanzada edad, con antecedentes cardíacos, e incluso los fumadores o los que consumen alcohol en exceso.
¿Cómo prevenir el síndrome de la clase turista?
El síndrome de la clase turista, como ya te habrás imaginado, se da sobre todo a bordo de un avión. Ello es debido a la disminución de la presión y a la baja humedad del ambiente. Eso sí, según apuntan los expertos, esta afección puede ocasionarse en cualquier medio de transporte.
Para prevenir el síndrome de la clase turista, la FEC sugiere a aquellas personas que tienen antecedentes cardiacos o con hipertensión elegir los asientos del pasillo. La idea no es otra que tener mayor movilidad y poder levantarnos al menos una vez cada hora y caminar un poco para ejercitar las piernas.
Igualmente, es recomendable estirar de vez en cuando las piernas y los tobillos en el asiento, y evitaremos cruzar las piernas en la medida de lo posible. Por supuesto, se aconseja no llevar prendas demasiado ajustadas y no tomar café, té o alcohol. Por el contrario, si es del todo aconsejable beber mucha agua para conservar una hidratación óptima.
Consejos para disfrutar plenamente de nuestras vacaciones
Evitar el síndrome de clase turista no es único consejo que nos ofrece la FEC a la hora de emprender un viaje. Por eso, a continuación detallamos otra serie de recomendaciones que nos da la Fundación para disfrutar de nuestro viaje.
- Hidratación constante, aunque no se esté sediento. Especialmente cuando se trata de personas mayores, ya que sufren una disminución en su estímulo de la sed, y cuando aparece la sensación de esta sediento, ya se encuentran en un avanzado estado de deshidratación.
- Controla la alimentación. Es lógico que quieras saborear la gastronomía propia de tu destino de vacaciones, pero eso no quiere decir que tengas que descuidar tu alimentación. De viaje, no dejes de probar nuevos sabores sin dejar de comer sano.
- ¿Necesitas medicación? Si la respuesta es afirmativa, al hacer la maleta no olvides reservar un tiempo a seleccionar medicación suficiente para todos los días vayas a estar fuera. Haz una lista antes para no olvidar nada.
- No abuses de alcohol, de lo contrario puedes provocar lo que se conoce como síndrome del corazón en vacaciones. Consiste en una aceleración del ritmo cardíaco que suele presentarse en personas jóvenes, sanas y sin historia previa de arritmias. Según la FEC, puede ocasionarse por un consumo excesivo de grasas, dulces y, sobre todo`, alcohol.
- Algo de ejercicio físico. Las vacaciones son para descansar, lo sabemos. Pero el descanso no está reñido con el ejercicio. Ni siquiera hace falta que vayas a correr, es suficiente con salir a pasear durante hora al día.
¿Necesitas un seguro de asistencia en viaje?
Entre los seguros para viajar al extranjero que no deberías obviar se encuentra el seguro de asistencia en viaje. Esta es la mayor garantía para disfrutar de nuestro viaje con total tranquilidad, y lo puedes contratar tanto si te marchas de vacaciones como si lo haces por trabajo o estudios.
¿Qué cubre el seguro de asistencia en viaje? La garantía principal es la asistencia sanitaria y la repatriación. Pero existen varias garantías adicionales que puedes contratar para complementar tu seguro. Entre ellas, gastos odontológicos; desplazamiento, alojamiento, asistencia sanitaria y repatriación o traslado del acompañante del asegurado hospitalizado; prolongación del viaje del asegurado por enfermedad o accidente; envío de medicamentos; pérdida de equipajes y envío de objetos de primera necesidad; indemnización por demora del transporte aéreo (ida y vuelta), etc.